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Café Emma

domingo, octubre 30th, 2011 | Barcelona, Restaurantes

Le bistrot nouveau est arrivé! Ha sido sólo una breve toma de contacto en forma de doble menú de mediodía, pero suficiente para dar buenas pistas de lo que nos ofrecerá esta bistrot, afrancesado como pocos en Barcelona. Detrás del proyecto, los destellos de Romain Fornell -una estrella ¿o dos el mes que viene? con Caelis, reciente restaurante del año en CaviarBCN– y Michel Sarran -dos estrellazas más en su local de Toulouse-.

Emma, la mujer de Romain -y causa del nombre del local junto a la hija de Michel, también Emma-, dirige la sala y a los que entran en ella. En cocina manda Daniel Brin, un chef de confianza de Fornell, que ya trabajó en la vecina Maison du Languedoc Roussillon.

El Café Emma ni es el Caelis ni pretende parecérsele de lejos. Es incluso una historia diferente al AE de Romain, anexo a su joya de El Palace, que al estilo de una brasserie parisina -quizás algo más tranquila de lo que es habitual-, sirve una cocina eficaz de elaboración más directa. En el Café Emma no hay cocina de autor, pero sí una propuesta bien confeccionada en base al recetario francés, con algunas -tampoco muchas- pinceladas mediterráneas.

Basta con ver la pequeña terraza para darte cuenta que has traspasado la frontera. Y sigue la declaración de intenciones con una buena baguette y, cómo no, mantequilla de Isigny Sainte-Mère.

En los entrantes, muy buena ensalada de arenques ahumados, potentes, suavizados con patata monalisa confitada, zanahoria y cebolla de Figueres, y mejor aún la crema de lentejas verdes con crujiente de panceta ibérica -que, para facilitar las cosas, se agradecería ya troceada en lugar de la loncha entera-.

En los segundos, muy buena corvina, fresca y en correctísimo punto de cocción de plancha, de piel crujiente y carne suave, acompañada de un bouquet de verduras -calabacín, zanahoria y tierna coliflor-. También destacado el guiso de boeuf bourgignon, de salsa muy intensa pero no muy pesada -¡oh-la-la, qué champiñones!- y carne melosa -sin llegar a esa bourgignon de Niza de unos meses atrás-.

Se llega a los postres con algo menos de lucimiento, pero satisfacción al fin y al cabo por un arroz con leche sabroso, con buen regusto a vainilla y un toque crujiente-azucarado de canela, aunque en su contra estaba ligeramente apelmazado. Un peldaño por encima, el cremosísimo helado de yogur griego y frutos rojos.

No hubo vinos, había que trabajar. La fórmula de mediodía, 17 euros más bebidas. Sin trampa ni cartón. Estaba lleno y no me extraña.

Bienvenue, Emma !

Post written by Daniel Muro

Tags: barcelona, bistrot, boeuf bourgignone, caelis, michel sarran, ostras, Restaurantes, romain fornell, toulouse

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