Estocomo

Racó d’en Cesc

lunes, febrero 23rd, 2009 | Barcelona, Restaurantes

El Racó d’en Cesc es uno de esos lugares de los que es difícil no salir contento, sean cuales sean tus preferencias culinarias. Cocinan bien -por encima de modas y tendencias-, tienen una selección de bodega digna de las mejores de la ciudad, un servicio correcto y buena separación entre mesas.

Hacia tiempo que no me pasaba por allí, así que aproveché que teníamos pendiente una celebración y decidimos utilizarla como buena excusa para visitar a Cesc Cánovas y compañía.

Éramos 4 y nos colocaron en uno de los reservados. Se gana en intimidad, pero reconozco que me siento algo raro al perder de vista el ir y venir de camareros y comensales.

Ya en materia, basamos nuestra elección en las sugerencias fuera de carta para los primeros, y en los clásicos del lugar para los segundos. Empezamos con unos guisantes con setas (los guisantes muy frescos y de tamaño medio-grande pero tiernos, las setas muy melosas, y un jugo en el que se hacía notar el aroma de la trufa). También sacaron unos garbanzos con langostinos, que no llegué a probar, pero que por su aspecto ya puedo asegurar que se han convertido en claro objetivo para futuras visitas.

En los segundos, mayoría de clásicos, con un par de hamburguesas de sepia a la plancha con ensalada de gambas (que tuvieron éxito) y con uno de los arroces de la casa, en este caso el de trufa, apurando el final de una temporada que ha sido fantástica -al menos para la de procedencia francesa-, y con un punto muy entero en el grano de arroz, como a mí me gusta. Se apartó un poco de los clásicos la merluza -muy jugosa- sobre base de algas, cuya combinación y ejecución me recordó a la corvina con espinacas frescas que había probado en el Gresca días atrás, con un resultado excelente en ambos casos.

Ya en los postres, un buen coulant de chocolate -mejorado desde la última visita- , una sopa de fresas con frutos rojos, y un cremoso -que lo estaba- de chocolate blanco con naranja.

Para el vino, como no podía ser de otra manera en un local con sumilleres de la talla de César Cánovas (ahora ejerciendo en Monvínic) o Arnau Marco, nos dejamos aconsejar. El resultado, una buena elección con el Blanc dels Aspres, D.O. Empordà, de un precioso tono amarillo oro subido, que tal y como nos prometieron se mostró untuoso y con un punto justo de acidez para defenderse bien de los platos más grasos.

Puestos a reprocharle algo al gran Cesc, con el mimo que recibe su bodega, quizás deberían ajustar algo más el precio de los vinos.

Todo un seguro.

Post written by Daniel Muro

Tags: barcelona, cesc cánovas, racó d'en cesc, Restaurantes, vinos

3 Comments to Racó d’en Cesc

Leave a comment