Arzak

sábado, enero 3rd, 2009 | España, Restaurantes

Por supuesto, el último post de la trilogía donostiarra tenía que estar dedicado a la visita a Arzak. Sí, ese Arzak que lleva 20 años con 3 estrellas Michelin, ese que en 2008 ha alcanzado un octavo puesto en la guía San Pellegrino de los mejores restaurantes de todo el mundo, y ese que ha logrado cautivar a varias generaciones de gourmets con su cocina de raíces, ampliamente evolucionada en todos los sentidos.

Restaurante Arzak - Donostia

Restaurante Arzak - Donostia

Llega el día. Nos arreglamos y salimos de Villa Soro en busca de la magia del maestro Arzak. A pesar de todos los restaurantes que llevamos ya en el zurrón, no podía evitar sentir un punto de nerviosismo antes de entrar, que se disipó en cuanto recibimos la bienvenida y fuimos acomodados en nuestra mesa, reservada medio año atrás. Tal y como se puede leer por algunos foros, algunas mesas están algo juntas, demasiado para un restaurante de este nivel, pero tuvimos suerte y nos tocó la que probablemente era la mejor mesa de la parte nueva del local, con una magnífica ubicación (donde no nos molestaba nada ni nadie) y una capacidad de cuatro comensales para los dos que éramos.


Nada más sentarnos y ser obsequiados con una copita de Jerez, nos faltó tiempo para descartar cualquier opción que no fuera dejar que Juan Mari (y su hija Elena, que apunta muy alto) se lucieran con el menú degustación.

Empezamos con un divertido quinteto de snacks: la raíz de loto con mousse de arraitxiki (que ilustra la cabecera del post), el arroz crujiente con hongos, el caldito de alubia negra con queso, el fósil de verdel y un jugosísimo puding de kabrarroka recubiero de fideos fritos. Creatividad desde el minuto 1, ¡no esperaba menos!

En los entrantes, las ostras vegetales (sublimes, las mejores que he probado junto a las de Berasategui en el Lasarte barcelonés y a las de Pierre Gagnaire, en su templo gastronómico de la Rue de Balzac de París), y la manzana con aceite de foie, dulzona y aterciopelada.

Continuamos con otro bloque de primeros platos, con el bogavante con aceite de oliva ‘extra-blanco’, con una buena muestra de materia prima, pero una mejor aún combinación en el aderezo de polvo de aceite, y con los ‘sacramentos con pándamus’, una sopa de garbanzos con un tocino ibérico que quitaba el hipo.

Para acabar el bloque de entrantes, el plato titulado ‘del huevo a la gallina’. Fantástica interpretación de huevo a baja temperatura, con un velo de yema en la superficie, que se deshace sobre el huevo cuando recibe la lluvia de un magnífico consomé de gallina. A pesar de que empiezan a proliferar las preparaciones con huevo en medias cocciones, el resultado fue incontestable, sin duda uno de los mejores platos de la noche.

Manzana con aceite de foie & Ostras vegetales

Manzana con aceite de foie & Ostras vegetales

Aunque en la segunda parte del menú, baja un pelín el nivel creativo, la sorpresa sigue acompañando a cada plato, bordeando en cada elaboración una perfección técnica al alcance de unos pocos.

El festival culinario continúa con los pescados. Para mí, la merluza con semillas de perejil y cártamo, acompañada de unas curiosas tostadas de merluza a la vasca. Para mi pareja de baile, el rape bronceado, terso, jugoso y de sabor intenso.

En las carnes, el lomo de corzo de mi partennaire rebosaba ternura en cada uno de los bocados. Mi becada, no se quedaba atrás, ofreciendo además una salsa de esas en las que podrías acabarte la hogaza de pan (reconozco que al probarla no pude evitar pensar en las de Gaig, que tampoco es manco en el asunto). Al acabar las carnes, nos preguntaron si queríamos repetir de alguna de ellas pero, a pesar de que lo merecían con creces, nuestro estómago es finito y todavía quedaban los postres.

Rape bronceado & Becada guisada

Rape bronceado & Becada guisada

Apuramos nuestras copas de San Vicente 2005 (un buen tempranillo riojano, muy frutal y goloso -decantado, por cierto- que fue ganando a lo largo del ágape), y encaramos la recta final.

Superada la desorientación de tener los cuatro postres servidos a la vez (y del poderoso efecto de nuestro compañero riojano, que a estas alturas empezaba también a desorientarnos lo suyo), empezamos a diseccionar en boca las esmeraldas de chocolate (gran chocolate) con láminas de rosquillas, el dulce lunático (pequeños meteoritos rellenos de un cremoso de naranja), el tizón con zahareña (coincidió en ser el menos dulce y el que menos nos gustó), y la sopa y chocolate entre viñedos, con una refrescante sopa de fresas.

Para maridar los postres, el sommelier nos invitó a un buen moscatel de Chivite, que me sirvió para finiquitar la noche igual que la empezamos, junto a un quinteto de minicomposiciones, en este caso dulces. Destacaron las trufas con remolacha y la lámina de chocolate con kikos (¡qué recuerdos de mi primera visita al Racó d’en Freixa!).

Dulce lunático & Petit fours

Dulce lunático & Petit fours

Juan Mari y Elena (ella en varias ocasiones), salieron a preguntarnos cómo iba todo. No es algo imprescindible para disfrutar de una velada gastronómica, pero reconozco que es un detalle que valoro y que redondea una experiencia que va mucho más allá de llenar el buche.

Con vino, una infusión y buenos recuerdos para el resto de nuestras vidas, algo más de 400 euros.

Sofisticación, elegancia, creatividad, tradición, innovación, sabores, sensaciones… ¿Alguien da más?


Post written by Daniel Muro

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4 Comments to Arzak

Lluçanès | Estocomo
8 enero 2009

[…] al ranking de las mejores ostras que han pasado por mis fauces. Ese que incluye las recientes de Arzak o la virguería técnica del equipo de Berasategui en el Lasarte, y que está encabezado por las […]

[…] a las grandiosas elaboraciones con ostras que hemos tenido la suerte de disfrutar esta temporada en Arzak, Lluçanès o Pierre Gagnaire. El maridaje, cómo no, la versión no gelificada del Agustí […]

Figu
16 marzo 2009

Tuvimos la experiencia de cenar en Arzak hace unos días. Pretendíamos que fuese una experiencia única (posiblemente para no volver a repetir debido al elevado precio) y nos permitimos el lujo de darnos un homenaje importante por una vez en la vida. Comimos el menú degustación, con respecto a la comida no tengo nada de qué quejarme: excelente, como era de esperar, todo muy rico. Sin embargo tuvimos una desagradable experiencia que nos dejó CON MUY MAL SABOR DE BOCA: Al llegar al restaurante se nos dio la carta para escoger la comida… sin embargo, la carta de vinos se nos fue entregada mucho más tarde, cuando ya habíamos elegido lo que comíamos (menú degustación), a pesar de haberla pedido con tiempo… La carta de vinos es realmente larga, muy extensa, puedes ser difícil escoger un vino adecuado… tampoco estuvimos mucho intentando elegir…. pero tdoavía nadie nos había venido a preguntar por la bebida cuando DE REPENTE… EMPEZARON A TRAERNOS LA COMIDA a toda velocidad…. los famosos aperitivos que van al comienzo del menú degustación. ¿qué podíamos hacer «comer» o «elegir el vino»? ¡Teníamos que habernos quejado y no lo hicimos! Tuvimos que escoger rápidamente y sin poder estar tranquilos uno de los vinos de la carta porque si no se nos enfriaban los bocados…. Vamos, nos sentimos muy estresados y algo decepcionados porque ya comenzamos mal. En un restaurante como éste no deberían permitirse este tipo de fallos. Nos costó mucho dinero ahorrar para comer en un sitio así y pensamos que no merece la pena volver a hacerlo para llevarse tan mal sabor de boca. Al final de la cena pasó algo parecido: pedimos unos orujos después del café y nadie nos los trajo… ¡se olvidaron! espera que te espera hasta que, al final, tuvimos que avisar y logramos tomar nuestro chupito… Pienso que pagar casi 500 euros por dos personas en una noche (menú degustación más bebida y café) implica haber tenido una excelente satisfacción, un excelente servicio y una excelente comida… En nuestro caso no fue así y estamos muy decepcionados.

Estocomo
16 marzo 2009

Hola Figu, bienvenido a Estocomo !

Siento que te llevaras ese mal recuerdo de un sitio tan magnífico como Arzak. Está claro que en un lugar en el que cobran unos precios de ese nivel, todo debe salir a la perfección. No es por disculparles -no tengo por qué-, pero de todas formas, en Arzak te invitan a una copita con los aperitivos, para que puedas ir pensando con tranquilidad el vino de la comida. En cualquier caso, como bien dices, si te pareció que el timing no era el adecuado, debiste decirlo, que seguro que lo hubieran corregido.

Por otro lado, sí me hubiera gustado que, ya que vistaste uno de los templos de la cocina española, hubieras compartido también tus impresiones sobre algún plato que te hubiera parecido especialmente bueno o que te hubiera sorprendido.

Muchas gracias por tu participación y espero volver a verte pronto por aquí !!

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