Nu [2014]

jueves, septiembre 4th, 2014 | Restaurantes, Resto de Catalunya

Decidido: He convertido Nu en uno de mis imprescindibles de Girona. Siento empezar la crónica por el final, pero me puede el entusiasmo. Informal pero serio, vanguardista pero tradicional, influencias internacionales pero raíces mediterráneas, servicio cercano pero profesional. Para ejecución y producto apenas hay peros.

Restaurant Nu  |  Girona

Restaurant Nu | Girona

Pere Massana, contando ya con el mejor restaurante de la ciudad -con la obvia excepción de El Celler de Can Roca, que es otra historia-, decidió hace unos años probar con un formato más relajado que su estrellado Massana. En pocos meses, Nu funcionaba como un reloj, público y crítica hablaban maravillas y la Michelin ya lo había catalogado como Bib Gourmand, una distinción a la que tengo cierto apego y que en contadas ocasiones me ha decepcionado.


Sentarse en la barra no es mala opción para disfrutar del show-cooking de Nu, pero éramos cuatro y preferimos facilitar la interacción en la mesa.

Con alguna pequeña evolución, el snack de la casa es un fijo. Los controvertidos chips de yuca, aquí resueltos con gracia apoyados en una espuma de salsa Espinaler, pero que se sufren con frecuencia en formatos sosos con ganas o duros como una piedra.

Al igual que en nuestra visita anterior, abrimos el fuego con uno de los santo y seña de Nu: los bombones de tomate. Una esferificación en toda regla, completada con caviar de albahaca y aceite de oliva. Divertidos, frescos, los tomatitos aportan más que un espectacular estilismo rosado brillante que hace las delicias de fotógrafos ocasionales.

Menos agraciada para los objetivos por el inevitable deshielo, la injusta modestia de la albahaca y las sardinas, acertadamente maceradas y muy sabrosas, se alía con con la nobleza de piñones, en crema, y parmesano, helado, para generar una de las mejores sociedades de la noche.

Bombones de tomate  &  Sardinas con crema de piñones

Bombones de tomate & Sardinas con crema de piñones

Tiempo para el lucimiento del producto con el atún rojo, en sashimi, brutalmente tierno y bien aderezado con su pertinente soja, combinada con aceite de oliva virgen y una pasta de wasabi de las que conviene moderarse.

Todavía en los fríos, convence también la caballa, lacada just-in-time en la barra con un golpe de soplete, con guacamole, huevas de mújol y frutos rojos.

Sashimi de atún  &  Caballa lacada

Sashimi de atún & Caballa lacada

Y mantienen también el nivel los langostinos, de tamaño medio, en una tempura dignísima -algo no tan habitual como parece- y, para mojarlos, un bol con una ligera mayonesa de curry en formato de espuma.

De elaboración más seria, espléndido lomo de bacalao al pil pil de boletus. Meloso, perfecto punto de sal y acertado de cocción, con carnes casi traslúcidas y sabroso acompañamiento que potencia el conjunto. Junto a las sardinas, el más aplaudido de la sesión.

Langostinos en tempura  &  Bacalao al pil-pil

Langostinos en tempura & Bacalao al pil-pil de ceps

No muy lejos, las hamburguesas de wagyu con blini y queso comté, En la ración vienen tres y, más por preferencia de los comensales que con ánimo de poner a prueba al chef, las pedimos en los tres puntos posibles. Como es evidente en la imagen de cabecera, imposible negar que nos hizo caso. Bien por la sala, bien por la cocina.

Cerramos los salados con la presa de cerdo Ibérico, golosa, tierna, con salsa teriyaki y ajos tiernos. Pedida al vuelo tras el bacalao, llegó con el timing perfecto.

Descatalogado de la carta mi añorado xuixo, la primera elección para los postres fue una agradable y equilibrada elaboración a base queso fresco, galleta, geleé de cerezas y helado de bergamota.

Queso fresco  &  Panacota de café

Queso fresco & Panacota de café

Subiendo un peldaño de dulzor, la panacota de café, recubierta de chocolate caliente y estampada con pequeños merengues. También satisfactoria. Dos de dos, otro punto para el repostero, algo que se descuida a menudo, pudiendo llegar a estropear una buena comida.

La parte líquida, a cargo de la corrección del rieslig penedesenc de Waltraud 2012, tan aromático y afrutado como se esperaba, aunque poco frío de salida. La solución, rápida, gracias al enfriador. Para el final, dos copas del joven pero no menos académico Pago de Capellanes (Ribera del Duero).

Con poco más de 40 euros por persona… ¡difícil mejorarlo!


Post written by Daniel Muro

Tags: , , , , ,

No comments yet.

Leave a comment

*

Search

Categorías

Archivos

  • Últimos comentarios