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Embat (II)

lunes, enero 30th, 2012 | Barcelona, Restaurantes

Embat es un seguro de día o de noche. Si su menú degustación es, probablemente, uno de los 5 mejores en relación calidad-precio de la ciudad, su carta -que no menú- de mediodía, es la clara demostración de que, haciendo bien las cosas, pueden prepararse grandes platos sin necesidad de grandes facturas.

Nos recibe, como habitualmente, Cristina, la parte de sala de ese magnífico tridente que luce Embat junto a Fidel Puig y Santi Rebés, los dos puntales de cocina, cuya formación en Espai Sucre se deja notar en los postres.

Iniciamos la andadura con los macarrones glaseados con rostit de pato y moixernons. Ni un pero: pasta en perfecta cocción, salsa en buena proporción, y el fondo de rostit de pato… ¡Grandísimo!… De los mejores macarrones que he comido en los últimos tiempos.

Examinamos también el suquet de cigalas con garbanzos y pan de hígado. Sabor profundo, intenso y una fresquísima cigala de carne tersa y sedosa. Se va a la foto de portada.

Pero para potencia de sabor, el arroz meloso, melosísimo, de ceps i cap-i-pota para más señas. Entero, muy suelto, con todo el sabor embebido en el grano, con los tropezones de cap-i-pota en buena consonancia y el fondo caldoso, dándole con una embestida descomunal al paladar… ¡Atención, arroceros! Se habla poco de los arroces de Embat y muchos de ellos son para recordar.

Para acabar, el bacalao con tomate asado, cuscús de verduras y un divertido toque de mostaza. Nada que reprochar a la composición del plato -ni mucho menos-, pero la calidad del morro de bacalao y su punto, en cocción perfectamente homogénea -no siempre pasa-, casi translúcido, delicado, justificaba ya la elección del plato.

Pasamos a los postres con los juegos de texturas de membrillo y yogur, combinándose en un postre muy refrescante, sano y divertido.

Me sedujeron menos las migas de chocolate con espuma de vainilla. A favor, el punto moderado de dulzor, que permitía seguir la jornada sin apuros. En el debe, eché en falta algo más de potencia en la vainilla.

Regándolo todo, una copa de Penedès blanco, representado por Mas Uberni 2010, xarel·lo y chardonnay, y un par de botellas de agua.

Para rematar las buenas sensaciones, ninguno de los platos descritos superó los 10 euros. Para mi gusto, junto a Gresca, las mejores propuestas de mediodía que ofrece Barcelona a día de hoy. Y eso que hay muchas y muy buenas.

Post written by Daniel Muro

Tags: barcelona, bistronòmic, cristina torras, eixample, fidel puig, Restaurantes, santi rebés

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