Cata 1.81

viernes, julio 31st, 2009 | Barcelona, Restaurantes

El tapeo pega fuerte en Barcelona. Después de una época en la que era difícil ir de buenas tapas por Barcelona, la aparición en los últimos 3 ó 4 años de varios locales de tapas y platillos de diferentes estilos, ha consolidado una opción que tiene muchos adeptos en otros puntos del país.

Restaurant Cata 1.81  |  Barcelona

Restaurant Cata 1.81 | Barcelona

El local de Cata 1.81 es chiquitito y bien aprovechado. Éramos 4 y nos sentaron en una mesa de 6, a compartir -las mesas se comparten- con una pareja que llegó algo más tarde.


Aunque existen varios menús, decidimos confeccionarnos a nuestro gusto la degustación. Empezamos con los ravioli de esqueixada de bacalao, tomate confitado, setas y humus. Buena idea, aunque mejoraría con un punto de sal un poco más generoso.

Continuamos con los mejillones a la marinera, no muy grandes, sabrosos, acompañados de un pequeño grupúsculo de garbanzos.

Las cigalas, frescas, pasadas levemente por la plancha, y acompañadas de aguacate, yogur y una salsa de cardamomo con un toque de wasabi, se llevaron el honor de resultar el mejor plato de la cena.

Las anchoas, la elección más tradicional de nuestro pedido, también rayaron a buen nivel, aunque la ración era lo suficientemente generosa para no traer dos raciones para 4 -nosotros no especificamos el número de raciones- o, al menos, advertirlo.

Le siguió el dumpling de rape y espinacas. Algo pasada la pasta del dumpling, pero acertada combinación del rape con unos minúsculos dados de piña que servían de base al conjunto.

Pasamos a las carnes con los pies de cerdo, melosos, rellenos de higos y nueces, y acompañados de un desengrasante heladito de miel.

El último, y como la cap-i-pota no se encontraba presente en ese momento, fue substituida con buen resultado por una panceta a la plancha ligeramente aderezada por una salsa de estilo barbacoa y combinada con una suave crema de nabos.

A pesar de que la filosofía del local da protagonismo al vino, nos ofrecieron muy pocas alternativas a copas (menos de las que indicaba la carta), decidiéndonos por un blanco, el verdejo de Rueda de Perro Verde, que a pesar de que parece estar de moda y está en todas partes, me decepcionó un poco, y un tinto, el Vilosell, buen Costers del Segre de gran relación calidad-precio.

En los postres, una ración de cruixents de miel y yogur y otra de bizcocho de manchego. Ambos tuvieron éxito.

Serivicio agradable y eficaz, y curioso -e incomprensible- aumento del volumen de la música a eso de las 11, que más que darle ambiente al local, impedía hablar si no era a gritos.

Digno nivel general que, con toda seguridad, me hará repetir.

Para los que gusten de este estilo en sus diferentes variantes, disfrutarán también con otras alternativas como Bohèmic, QueTePincho, Rosal34, Terrabacus, Inopia, La Taverna del Clínic, Cinc Plats, Paco Meralgo, Sucoa, La Panxa del Bisbe… ¡Y acepto -y agradezco- otras sugerencias!


Post written by Daniel Muro

Tags: , , , ,

No comments yet.

Leave a comment

*

Search

Categorías

Archivos

  • Últimos comentarios