Suc

lunes, mayo 2nd, 2011 | Restaurantes, Resto de Catalunya

Suc Restaurant es un coqueto y luminoso local en el mismísimo centro de Viladecans. Con apenas una decena de mesas, Joan en los fogones y Verónica manejando con discreción la sala, Suc ofrece una cocina moderna, honesta y con buena base de producto.

Suc Restaurant  |  Viladecans

Suc Restaurant | Viladecans

Llegamos por sorpresa, invitados por unos amigos que quisieron alegrarnos el fin de semana con un buen menú degustación y excelente compañía. En las paredes de piedra, las fotografías de Enric Boixadós de ‘New York. The city never sleeps’ contraponían la belleza de la gran urbe distante a la calidez del producto y el trato de proximidad.

Iniciamos con paso firme nuestro camino con una muy buena vichyssoise en formato de aperitivo, más espesa de lo habitual, cremosa y con un toque a mar por obra y gracia del mejillón que la coronaba.

Otra acertada asociación, en este caso ya más conocida y de menor riesgo, la del foie mi-cuit con la compota de albaricoque. Como contrapunto mordedor, unos pistachos. Y para potenciar el sabor, unas escamas de sal maldon al gusto.

Mantenemos el nivel con la precisa cocción del huevo soufflé, cuyo volumen casi hace imposible encajarlo en la imagen de cabecera, acompañado de alcachofas -muy buenas, del Prat, ¡faltaría más!-, jamón ibérico y un buen consomé de este lujo porcino.

El segundo entrante, un arroz meloso de cap-i-pota y cigalitas, fue el más flojo de la sesión. Lástima del punto del arroz, para mí algo pasado, ya que el contraste de sabores entre el arroz -meloso, sin duda- y unas espléndidas y fresquísimas cigalas, se hubiera merecido mejor suerte.

Foie mi-cuit con albaricoques  &  Corbina con verduritas
Foie mi-cuit con albaricoques & Corbina con verduritas

Siguió la corvina a la plancha, fresca y jugosa, de piel crujiente, acompañada de un placentero séquito de verduras cuya atrevida y moderada cocción superaba incluso la del ingrediente principal, más conservadora en un punto más neutro. Por cierto, ¡qué grandes los guisantes en temporada!

Pero lo mejor estaba por llegar con la carne. Una espectacular carrillera de ternera -24 pacientes horas en la roner al vacío-, que se deshacía literalmente en la boca, liberando sus inmaculados sabores y aromas. Cubriéndola, unos fideos de patata y el concentrado de los jugos de la carne -y probablemente una reducción de buen tinto- reforzaba más si cabe la potencia del plato. Para recordar.

Como postre, la eficaz combinación de la frescura y acidez de las fresas, el dulzor del helado de pistachos y la cremosidad de un buen recuit ecológico.

Carrillera con fideos de patata  &  Fresas con helado de pistachos y recuit

Carrillera con fideos de patata & Fresas con helado de pistachos y recuit

Para regarlo todo, una botella del elegante y goloso riesling alsaciano de Schoffit -colosal con el arroz- y otra del equilibrio frutal, balsámico y mineral de Dido 2008 (Venus La Universal, Montsant), una de esas referencias que cuanto más pruebas más te gustan.

Para los interesados en el tema pecuniario, íbamos invitados y no vimos la cuenta, aunque puedo asegurar que la relación calidad-precio es otra de las virtudes de Suc.

Respecto a los detalles restantes, buen pan, jarras de agua osmotizada, cafés e infusiones. No hubo petis, pero no hay mal que por bien no venga, ya que así pudimos completar la tarde dando buena cuenta del pastel poma blanca que mi hofmanniana Xocolata había preparado y una botellita del viognier dulce Les Timbes de Albet i Noya, el almíbar de albaricoque hecho vino.

Un gustazo.


Post written by Daniel Muro

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