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La Terraza del Goya

martes, noviembre 3rd, 2009 | España, Hoteles, Restaurantes

Hace un par de meses, mi búsqueda de una terraza agradable y elegante para pasar una noche especial en Madrid dio con nuestros paladares en La Terraza del Goya, que comparte carta con el restaurante Goya del Hotel Ritz, con las ventajas -y desventajas- propias de un bucólico entorno natural al aire libre.

Lo cierto es que el entorno es magnífico. Un bonito jardín generoso en espacios, mesas amplias cubiertas por manteles de hilo, cómodos sillones de mimbre blanco, la sensualidad de la iluminación de las velas y unas notas de piano en directo disponen un escenario romántico en estado puro. Eso sí, el confort final queda expuesto a las inclemencias del tiempo.

Tras un aperitivo a base de chupito de gazpacho, inauguramos nuestra romántica cena goyesca compartiendo un carpaccio de carabineros con aceite de bogavantes y teja de sésamo. Muy buena materia prima y un puntito graso bien contrarrestado por la acidez y los aromas frescos y herbáceos de un siempre correcto José Pariente, un verdejo sin alardes, equilibrado y agradable, que nos acompañaría en todo nuestro periplo -que lo fue- gastronómico.

A todo esto, las rachas de viento amenazaba con dar la noche, pero pasamos a los segundos.

Para Xocolata todo un clásico del lugar, el lomo de merluza en costra de pan crujiente sobre néctar de pimiento verde y vinagreta de ibéricos. La costra favorece la permanencia de los jugos del pescado, aunque un puntito menor de cocción lo hubiera dejado más meloso. Un bien alto.

Y otro más para el mar y montaña de presa ibérica con chipirones y aroma de tartufo, en ración generosa y con más ternura para la presa que para los pequeños cefalópodos. Aun así, buena combinación de sabores y aromas.

Peor nota para las reticencias del servicio de sala para trasladarnos a mitad del segundo plato a una sala interior para refugiarnos de un viento que ya era más insoportable que molesto. Tras la negociación, aceptamos ponernos a cubierto para los postres, aunque reconozco que me esperaba algo más del servicio del restaurante del Ritz.

En cualquier caso, tras los segundos, llevaron nuestros bártulos a una espectacular sala interior, palaciega donde las haya, donde disfrutamos sin los sobresaltos de Eolo de un buen coulant de chocolate con cremoso de sidra que, sin justificar su exagerado precio -excesivo incluso para las tarifas de tan peculiar local-, fue una buena elección.

Una infusión -también por las nubes- y una maravillosa y larguísima charla nos permitieron disfrutar de la grandiosidad de la sala, acabando nuestra velada gastronómica de forma muy diferente a la imaginada, pero con el encanto más que suficiente para redondear una ocasión especial.

En definitiva, buen nivel gastronómico -ojo, no excelente-, fantástico entorno y precios sólo aptos para fechas señaladas.

Post written by Daniel Muro

Tags: goya, Hoteles, madrid, Restaurantes, ritz, terraza

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