Estocomo

L’Encís

sábado, marzo 14th, 2009 | Barcelona, Restaurantes

Hacía algún año que no pasaba por L’Encís. En la última ocasión, recuerdo que era verano y que la climatización estaba estropeada. Nos avisaron de ello por si queríamos posponer nuestra visita, pero preferimos quedarnos, así que nos montaron todo un repertorio de ventiladores para compensar el bochorno barcelonés en la medida de lo posible. No sólo no nos arrepentimos, sino que salimos muy contentos, así que hacía tiempo que quería repetir.

Entre que era martes y que había fútbol por televisión, el local estaba semivacío. No es que disfrute especialmente en los sitios llenos, más bien al contrario, pero sí prefiero que tengan algo más de ambiente. En cualquier caso, el camarero -amable y simpático, por cierto-, a pesar de no tener apenas mesas que atender, estuvo pendiente de nosotros lo que debía, ni más ni menos, algo muy de agradecer cuando se trata de cenar tranquilamente con un amigo para ponerte al día de las noticias mutuas.

Para empezar, decidimos compartir un trío de medias raciones. La primera, una ensalada de habitas (de tamaño medio pero muy tiernas) con atún (un puntito seco) y un correcto salmón marinado. Para hacer crítica constructiva, se les fue un poco la mano en el aceite, pero como era un plato a compartir y nos íbamos sirviendo hacia nuestro plato, no acabó notándose demasiado. A pesar de que, en efecto, nos cobraron media ración, el plato pasaba por una ración completa -y generosa-.

Continuamos con una de las especialidades de la casa, las cebollitas confitadas. Suaves, dulzonas, uno de los platos que no ha de faltar en una visita a L’Encís.

El trío acababa con el pastel de patata y butifarra del perol. Buena cocción de la patata, proporción adecuada con la butifarra y ese puntito picante que me gusta. Últimamente he acertado con este plato en varios sitios, ya que recuerdo que no estaban mal las versiones de Sucoa y Terrabacus.

Como ambos veníamos convencidos de probar el bacalao y el camarero nos recomendó una de las preparaciones, coincidimos en pedir como plato principal el que ilustra la cabecera del post: Bacalao a la Donosti. Buen morro -el único pero es que quizás me lo esperaba algo más meloso-, sobre base de patatas y con el matiz de unos ajitos pochados y unas notas de vinagre. Buena nota general.

Llegados a este punto, nos planteamos si pedir postre o no, ya que la cena había sido contundente, así que decidimos ir a algo ligero como… ¡el pastel de profiteroles de chocolate! Ya… ligero, lo que se dice ligero no acaba de serlo, pero nos sacaron un carro de repostería y nuestro espíritu goloso pudo con todo lo demás.

Me olvido del vinillo, que en este caso fue un Terras Gauda (Rías Baixas, con mezcla de albariño, loureiro y caiño blanco), que dio lo que se esperaba de él.

Post written by Daniel Muro

Tags: bacalao, barcelona, encís, Restaurantes, tradicional

No comments yet.

Leave a comment