Artkuisine

martes, septiembre 30th, 2008 | Barcelona, Restaurantes

Después de ver las críticas positivas que le dedicaban algunos blogs en internet con los que suelo coincidir, y a pesar de alguna otra no tan positiva, decidimos ir a conocer Artkuisine antes de que cumpliera oficialmente su primer añito de servicio.

Restaurante Artkuisine

Restaurante Artkuisine

Justo delante del Mercat de Galvany de Barcelona, en la calle Madrazo, han montado un local elegante, con un salón con menos de una docena de mesas bien separadas, al que se accede después de superar en la entrada una barra que sirve algunos aperitivos, y que parece perfecta para tomarse unas ostras y una copita de champagne antes de pasar a la cena formal, aunque desconozco si está siempre operativa, ya que el día que fuimos nadie la utilizaba.

 

Nada más sentarnos en la mesa, redonda y muy amplia para dos, pudimos descubrir una de las virtudes del local, ya que la carta dispone de medias raciones para el 90% de los platos, por lo que es perfecta para los que guardan la línea o, simplemente, su apetito no es tan voraz como para asimilar un par de platos completos. Tampoco es mala opción aprovecharlo para crearte un menú degustación a medida, a pesar de que ya disponen de alguna fórmula de este tipo.

Nosotros optamos por compartir de primero media ración de sardinas con compota de echalota y otra media de verduritas sobre un caldo de gallina. La sardina es un producto que, quizás por su precio, está infravalorado en la cocina actual, cuando tiene en realidad un elevado potencial culinario. A ver si el hecho de que alguno de los grandes de la cocina las van introduciendo en sus elaboraciones (no hay que perderse las de Sergi Arola o la ya clásica coca de sardinas con tomate de Hofmann), anima al gremio a utilizarlas con más asiduidad. Aquí, sin llegar a los niveles de estos monstruos, fueron un buen inicio, resultando refrescantes y combinando bien con la compota de echalota. Pero la sorpresa llegó en la media de verduritas, de una calidad excepcional, punto perfecto de cocción para todas ellas y acompañadas de un caldo de gallina intenso y, como dirían los aficionados al vino, de sabor persistente en el paladar. Luego nos confesaría Rémy (el chef, con el que estuvimos charlando al final de la cena y al que fácilmente se le detecta la pasión por la cocina), que la materia prima de este plato se la suministra el mismo proveedor que utiliza el biestrellado Àbac para estos productos. Todo un lujo, pero luego hace falta cocinarla.

De segundo, yo me lancé de lleno sobre el cochinillo asado, sin huesos y con pequeños dados de rábano y un curioso bikini de tocino y cheddar, mientras mi mujer hacía lo propio –con mucha más delicadeza, faltaría más- con media ración de vieiras. El cochinillo, crujiente por fuera y meloso por dentro, como debe ser, aprovechándose en este caso de la cocción al vacío para la mejor conservación de sus propiedades, sabor y aroma. Las vieiras, tiernas y bien resueltas con su pareja de baile, la crema de coliflor.

Para acabar, yo no pude perdonar el postre y apuré hasta el final el soufflé de naranja (muy esponjoso) con chupa-chups de Nutella y almendra (todo un subidón de chocolate).

El vino escogido, el Syrah de Albet i Noya, tiene mérito compartido, ya que estaba a la temperatura adecuada, bien servido y precio moderado, pero la recomendación pertenecía al somelier del Windsor, un amante de su trabajo, que casi nos da un curso en nuestra última visita a su restaurante. Resultó un gran syrah, mejor que algunos de precio superior y nombre más rimbombante.

Para hacer un año que funciona ha alcanzado un muy buen nivel. Es, junto al restaurante Syrah (el restaurante del hotel AB Skipper, no confundir con el vino), uno de los mejores recién llegados a Barcelona.


Post written by Daniel Muro

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1 comentario to Artkuisine

Artkuisine (II) | Estocomo
30 noviembre 2008

[…] (ver anterior visita a Artkuisine) […]

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