Estocomo

Narru

lunes, diciembre 29th, 2008 | España, Restaurantes

El del Narru es el primer post de la trilogía dedicada a San Sebastián, donde, como es fácil de imaginar, he pasado unos pocos días recientemente.

Había encontrado buenos comentarios por los foros así que, ya que lo teníamos a pocos minutos andando desde nuestro bucólico hotel, nos decidimos a visitarlo.

El Narru es un restaurante de pintxos evolucionados. Más que los habituales pintxos, sus tapas son platillos de elaboración media, con la gran ventaja de que te las preparan al momento.

De la veintena –o cerca- de especialidades que tiene su pizarra, colgada a la vista de todos, elegimos media docena para compartir entre dos. Empezamos con la yema de huevo sobre migas de ibérico, con trigueros, cigalitas y jugo de idiazábal, muy bien resuelto, con el huevo en su punto justo. El caldo de ibéricos y gallina fue el plato más flojo de nuestro surtido, aunque no tanto por su preparación, sino por estar poco caliente para un día tan frío como el que hacía (lo sé, teníamos que haberlo dicho y nos lo hubieran calentado sin problemas, pero no lo hicimos…). No estuvo nada mal el risotto de champiñones (txampis, como los llamaban) con foie, con el arroz muy entero, como a mí me gusta (no me atrevo a decir aquello de ‘como mandan los cánones’, ya que más de un buen cuoco italiano defiende la versión más hecha). Aprobado alto para el langostino a la plancha sobre salsa romescu y tartar de tomate, y notable para el ravioli de patata e ibéricos sobre una fina crema de puerros. Los txampis gratinados eran la constatación de que con materia prima sencilla y económica se puede hacer un pincho sabroso (si no, que se lo digan al Bar La Cueva -en Logroño-, donde convierten un simple champiñón en una delicatessen celestial).

Para acompañar el picoteo, un par de copas –buenas copas, además- de Allende tinto que, aunque no alcanza el enorme nivel de su hermano blanco, es todo un seguro de gran relación calidad/precio (en este caso, a 3 euros la copa).

La prueba de que nos gustó es que repetimos visita al día siguiente. Eso sí, como los intérpretes tenían repertorio suficiente, esta vez nos decantamos por una ensalada de queso de cabra y tomate seco (fresca, bien aliñada y con el particular toque de los piñones), un salmorejo con changurro a la donostiarra (muy bueno, aunque reconozco que soy más fan del gazpacho), un foie a la plancha con compota de manzana (fantástico, el mejor plato de la sesión) y las alitas –deshuesadas- de caserío con patatas y huevos rotos con all-i-oli (muy sabroso en conjunto, aunque creo que las proporciones mejorarían con algo menos de patata). Para cambiar, las copas del segundo día, el verdejo Quinta Apolonia (el segundo blanco del maravilloso Belondrade y Lurton), a 2 euros la unidad.

Todo ello, por 24 euros el primer día (6 platillos y 2 copas) y 16 el segundo (4 platillos y 2 copas), hace que sea una magnífica opción cuando apetecen unos pintxos algo más sofisticados que los tradicionales.

En la planta inferior tienen restaurante, con platos más elaborados, aunque de perfil gastronómico similar.

Post written by Daniel Muro

Tags: bar, donostia, narru, pintxos, Restaurantes, san sebastián, tapas, tapeo

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