A Fuego Negro | Ni Neu | Bergara

viernes, julio 15th, 2011 | España, Restaurantes

O lo que es lo mismo, de pintxos por Sanse. El núcleo gastronómico de nuestro viaje era Mugaritz, pero de algo teníamos que vivir el resto del fin de semana y los pintxos de Donostia son una opción estupenda tanto para el paladar como para el bolsillo.

A Fuego Negro + Nineu + Bergara  |  San Sebastián

A Fuego Negro + Ni Neu + Bergara | San Sebastián

El primero en caer fue A Fuego Negro, uno de los principales valores del pintxo moderno en la parte vieja. Una alineación planetaria -o quizás una pequeña reforma del local y un periodo vacacional- impidió que lo conociéramos en nuestras dos últimas visitas a Sanse.

A la tercera, la vencida. Nada ni nadie pudo impedir que acompañáramos unos txakolís con un jugoso kebab y una pequeña -pequeñísima- ración de txangurro con crema de aguacate y helado de regaliz. Tan divertida como efímera.

En una nueva incursión en la concurrida barra conseguimos rescatar de entre la multitud una ensalada de espinacas, pulpo, piñones y olivada. El aliño, al que la gravedad le jugó una mala pasada, hizo que el conjunto fuera ganando con el tiempo.

La merluza con ajo y perejil tardaba lo indecible y, probablemente nuestra cara, entre incredulidad y resignación, nos hizo merecedores -detalle de la casa- del plato de salmón ahumado con queso idiazábal azul -sí, así lo llaman, aunque se acerca mucho más a lo segundo que a lo primero- y manzana verde. El salmón, notable, hizo la espera mucho más llevadera. La merluza, aún mejor, espléndida, cerró una satisfactoria primera cita con A Fuego Negro.

Ensalada de espinacas y pulpo  &  Merluza con ajo y perejil

Ensalada de espinacas y pulpo & Merluza con ajo y perejil | A Fuego Negro

La minuta para 2, algo menos de 20 euros, contando los txakolís -2 por cabeza- y teniendo en cuenta la invitación al salmón.

El Kursaal alberga los pintxos del Ni Neu -bajo la batuta de Bixente Arrieta-, una opción elegante y espaciosa, que contrasta con los apretados bares del centro. En realidad, más que en los pintxos, la propuesta de barra del Ni Neu luce en los platillos. Uno de los triunfadores de la noche, el bacalao confitado con pil-pil y perlas de marisco que ilustra con justicia la cabecera del post.

También gustó mucho un meloso tartar de atún y salmón, convenientemente marinado en salsa de soja y, en cambio, decepcionó la peculiar versión del txangurro guisado a la donostiarra con aire de perejil, algo insípida y de textura general excesivamente aérea. Volviendo a la parte positiva, correcta croqueta -croquetón- de jamón -aunque reconozco que la barra del Coure, la Fonda Gaig y la charcutería Jamonísimo me han marcado mucho en el aspecto croquetil-, un aromático cogollo de Tudela impregnado en un aceite de ajos crudos, y el arroz cremoso de marisco con sabrosos mejillones de roca.

Con el txakolí de rigor y una copa de un sencillo albariño, 27 euros a repartir entre dos.

Tartar de atún y salmón  &  Cogollo con ajos

Tartar de atún y salmón & Cogollo con ajos | Ni Neu

Ya el día de regreso, un último paseo por el barrio de Gros nos llevó hasta uno de los grandes clásicos, el Bergara, un local que cuenta con un amplio abanico de pintxos tradicionales y un no menos nutrido grupo de contrastados garantes, como el mismísimo maestro Arzak, al que le había oído palabras de elogio sobre sus miniaturas gourmet.

Cayeron los dos referentes de la casa, la txalupa, un gratinado de setas con langostinos, crema de nata y cava sobre hojaldre y, superándolo, el itxaso, un crujiente canapé de rape con crema de puerros al txakolí.

El resto de elegidos, media docenita, todos ellos de su gama de pintxos fríos o tibios. La hamburguesa de tomate, uno de los mejores, era una divertida miniensalada de tomate raf con dátil y bacalao macerado; el pastel de marisco, con bonito, gambas y chatka, ligado con una mayonesa ligera; el bikote, de anchoas -una marinada y otra en salazón- con pimientos confitados; el de pisto con hongos y virutas de jamón, coronado con una suave muselina de ajo; más pisto en la falsa lasaña de anchoas, con un agradable toque de balsámico; y una sobresaliente tosta de bacalao, también con mayonesa, pimiento y unas virutitas de cebolla.

Los fríos... & los calientes

Los fríos... & los calientes | Bergara

El precio unitario de 2,50, algo menos económico de lo habitual, situó la cuenta en 24 euros, incluyendo un par de refrescos -que el cuerpo ya estaba para pocos txakolís-.

Para culminar la ruta nos faltó uno de nuestros fijos, el Narru de Iñigo Peña, que se ha mudado de Gros a un local más luminoso del paseo de la Concha, pero tiempo habrá de volver por allí, que San Sebastián bien merece más escapadas.


Post written by Daniel Muro

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