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Dos Cielos

jueves, enero 13th, 2011 | Barcelona, Hoteles, Restaurantes

El Dos Cielos es uno de los restaurantes de Barcelona que más ha dado que hablar desde que, hace algo más de un año, viera la luz. La entrada ya es de esas que presagian un local diferente. Interiorismo cool, vertiginoso ascensor hasta el piso 21, vanguardista cocina totalmente a la vista y, para vistas, la espléndida panorámica sobre la ciudad.

Faltaba comprobar si lo realmente importante estaba también a esa altura. Hace ya algunas semanas que pasamos por allí, antes incluso de que fuera galardonado oficialmente con su primera estrella Michelin. Recepción muy amable a cargo de Sergio y Javier, los hermanos Torres, que comparten el rol de chef y anfitrión.

Como es habitual en nuestras primeras visitas, optamos por el menú degustación, que comenzó brillantemente con el consomé de galeras y gambas, de sabor muy intenso y con gran aporte por parte del conjunto de algas.

Seguimos con una magnífica ostra, de calibre considerable, acompañada de pie de ternera, pepino y coronada por unas hojas de ostra. El caldo, también gelatinoso, un buen aliado del preciado molusco.

Exuberante cazuela de innumerables verduras de cultivo natural -¡qué recuerdos a la reina gargouillou del gran Michel Bras!-, setas de temporada incluidas, y todo ello en perfecto punto de cocción de cada elemento para dar con un conjunto redondo.

A continuación, arroz negro con espardeñas y cañaíllas. Sensacional. Cremoso, muy potente, otro de los grandes platos de la cena.

Mantenemos el nivelón con la merluza, gastrovac mediante para conservar esencia y jugos, bien secundada por unas amorosas setas. Convertí Hisop en uno de mis locales favoritos por una merluza parecida…

Acabamos los platos salados con la espalda de cabrito lacada con pólvora de duc (una salsa elaborada por una combinación de diferentes especias). Quizás la única mácula de la noche ya que el cabrito, excelente en su exterior lacado con paciencia infinita, había perdido melosidad por dentro.

Una refrescante gelatina de té con limón cambia el mundo salado por el dulce, que entra posteriormente de lleno con la atrevida crema de zanahoria con mousse de naranja y un toque de aceite de oliva. Mantiene buena parte del frescor del primer postre y suaviza la acidez con la zanahoria. Original, huye del habitual segundo postre a base de chocolate.

En los petit-fours, aquí sí, triunfo del chocolate en el trío de gourmandises para acompañar la infusión de sobremesa.

Bendijo la cena el sauvignon blanc de Pascal Cotat Les Monts Damnés, (Sancerre, 2004), cítrico, muy herbáceo y mineral en nariz, estructurado, persistente y untuoso en boca… ¡grande!.

Aunque ya muy consolidados para el poco tiempo que llevan en activo, todo apunta a que seguirán progresando. Eso sí, la calidad -y la ubicación chic– se pagan: 220 euros por una romántica cena para dos.

Dos cielos. Una estrella.

Post written by Daniel Muro

Tags: barcelona, estrella, hermanos torres, hotel me, Hoteles, michelin, Restaurantes, vistas

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