Vivanda (III)

jueves, febrero 17th, 2011 | Barcelona, Restaurantes

No iba a hacerlo. La idea era disfrutar de una cena ligera de picoteo sin intención de que acabara en post, pero no he podido reprimirme. La razón es que creo que cada vez que paso por Vivanda ceno mejor. Puede que, al conocer ya buena parte de su carta, vaya ajustando la elección a mis gustos, pero me da que hay algo más, y que sea el equipo de Vivanda el que va calibrando sus elaboraciones.

Restaurant Vivanda  |  Barcelona

Restaurant Vivanda | Barcelona

Para esta ocasión, mesa alta con taburetes. No es mi opción favorita, pero una mesa de 4 para 2 y unos taburetes cómodos hicieron que me olvidara de los prejuicios.


Para empezar, ostras. Gillardeau nº2 para más señas. Aunque no sólo de buena familia. Frescas, carnosas, elevado toque salino y bien presentadas. Muy buenas.

Pero no menos que uno de mis fijos, los ínclitos tomates de Motticella con salsa de yogur, una auténtica delicatessen ya convertida en una seña de identidad de la casa. ¡Que no los quiten nunca de la carta!

Cambio de plato para las preparaciones calientes y dos nuevos éxitos. El huevo, a baja temperatura, sólo un puntito más cuajado de lo que hubiera resultado perfecto, con patatas -crujientes, finísimas- y unas sabrosas lonchas de panceta -Maldonado, por cierto, toda una garantía-.

A continuación, una señora reivindicación. La demostración de cómo un plato que apenas asoma en las cartas de los restaurantes gastronómicos puede convertirse por méritos propios en la estrella de la cena. Judías verdes, patatas, buen aceite y unas escamas de sal. Ni más ni menos. Todo trinxat y en perfecta armonía en el interior del hierro fundido de una pequeña cazuelita Le Creuset, lo que ya resulta una buena declaración de intenciones.

Judías verdes con patata  &  Huevo poché con panceta

Judías verdes con patata & Huevo poché con panceta

Nuevo cambio de plato para disfrutar también del tartar de atún, quizás la única receta que noté algo por debajo de lo habitual -no tan meloso como en otras ocasiones-, pero nada grave. Como siempre, buen aporte de la soja, el wasabi y los piñones tostados.

Como colofón, la cremosa ganache de chocolate de la imagen de cabecera, con su pan tostado, su aceitito y sus escamas de sal… ¡Qué buen pa amb xocolata! -para los amantes de este postre, ojo también al de La Mifanera y Comerç24-.

Con una botella de un agradable -y modesto- riesling de Mosel (Selbach 2009), una dolorosa -¡qué mal empleado en este caso!- de poco más de 30 euros por cabeza. ¿Alguien da más por menos?

Otras visitas anteriores en: Vivanda y Vivanda (II)


Post written by Daniel Muro

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1 comentario to Vivanda (III)

[…] aunque me pesó estar demasiado malacostumbrado al excelso nivel croquetil barcelonés (Cañota, Vivanda, Dime, Coure…), duras competidoras para las de […]

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